“Quizá al terminar el año pasado nos dimos cuenta que no fue desarrollado  el 100 % del ministerio o los dones que hemos recibido de Dios. Nuestro corazón palpita queriendo operar en toda la potencia pero no puede y entonces la agonía comienza a leudar poco a poco nuestra mente y nuestro ser. Dios no nos rechaza por eso… sino que pacientemente espera que colaboremos con Él este nuevo año”. Serafín Contreras G.

Romanos 12:6