2.- Participa

Demasiados cristianos ven a su iglesia como una cita semanal. “Ponchan tarjeta” a la entrada y a la salida como si fuera un centro de trabajo y luego se van a casa, a veces quejándose de “que tan muerta está la iglesia”. Pero las iglesias son tan vibrantes como sus miembros porque ¡ellos son la iglesia! El apóstol Pablo dijo: Somos todos parte del cuerpo de Cristo, y como tal se nos pide que hagamos un trabajo específico en el cuerpo. Trata de encontrar una manera para que tus talentos sean de bendición en tu iglesia.