Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, (Efesios 4:1)

Viváis – Pablo era rabino. Pensó como rabino. Enseñó como rabino. Escribió como rabino. Vivió su vida como rabino. Nadie duda esto. Ningún erudito dice que la conversión de Pablo alteró su manera de pensar para que se convirtiera en filósofo o teólogo griego. No, Pablo fue un rabino judío a plenitud. Fue un rabino que creyó que Yeshua era el Mesías.

Este hecho es inmensamente importante cuando intentamos comprender lo que escribe Pablo en sus cartas. Si ignoramos su trasfondo rabínico, haremos asunciones sobre sus palabras que no encajan con el contexto de la enseñanza rabínica. Deja que te de tan solo un pequeño ejemplo y veras entonces por ti mismo las implicaciones de lo que esto podría tener.

Abraham Cohen escribió un libro llamado El Talmud de Todo Hombre. Es una colección de temas de la vasta literatura del Talmud, la discusión rabínica de la Tora y otra literatura judía. En su introducción, Cohen señala esto sobre la forma de enseñanza de los rabinos (por favor disculpe la larga cita, pero es necesario que comprendas lo que sucede aquí):

“Los materiales misceláneos que constituyen el tema en cuestión del Talmud es divisible en dos categorías principales conocidas como Halachah y Haggadah. La primera denota “caminar” e indica la forma de vida en conformidad a los preceptos de la Tora.” Esto es esencialmente “religión practica, ejecutar las acciones correctas para el servicio de Dios y el hombre.”

“Pero es imposible separar la Halachah de su otro constituyente principal, el Haggadah, sin crear una imagen distorsionada de la enseñanza rabínica. La Haggadah era la preocupación de los mismos maestros que ponderaban los tecnicismos de la halachah.”

“Haggadah (narración), por lo tanto, significa las secciones no-legales de la literatura rabínica, y es igualmente importante como los otros para la comprensión adecuada del mundo de pensamiento desarrollado amorosamente por generaciones de maestros.”

“En cuanto la Halachah permanecía la ley a ser observada en la práctica hasta que fuese abrogada por una autoridad competente, Haggadah siempre se mantiene como nada más que la opinión personal de maestro. No posee fuerza impositiva sobre la comunidad en su totalidad ni sobre parte de ella.”

¿Comprendiste eso? Como Pablo enseñó de forma rabínica, y su audiencia estaba habituada a la enseñanza rabínica, eso significa que sin duda alguna Pablo utilizó las mismas técnicas de enseñanza: Halachah y Haggadah. Alguna de su enseñanza era la explicación de religión práctica basada en Tora y alguna fue simplemente su opinión personal, sin obligación a la comunidad.

Sabemos que Pablo utilizaba estas dos técnicas porque en algunos lugares de hecho dice que lo hace. Pero lo que no hemos apreciado generalmente es que hace esto todo el tiempo, moviéndose entre las instrucciones basadas en comentario de la Tora y opinión y sugerencias personales. Su audiencia no se sorprendería. Era exactamente lo que esperaban de un rabino.

En éste versículo vemos a Pablo usando Halachah. “Os ruego que vivas,” nos dice. Esa es una indicación clara que explica pasos prácticos en relación a la vida según Tora. Eso es exactamente lo que encontramos en el siguiente versículo. Pero no todos los escritos de Pablo son Halachah. Algunos son Haggadah. La diferencia es absolutamente crucial, porque si creemos que todo lo que dice Pablo es mandamiento, erraríamos en no comprenderlo como rabino.

Ahora ve y lee de nuevo los pasajes sobre el matrimonio, las mujeres, la sumisión y la humildad. Discúlpame por complicar tu vida.

Dr. Skip Moen.
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