Episkopos literalmente supervisor (epi, sobre; skopeo, mirar o vigilar), de donde se deriva el término castellano episcopado, etc.

Se encuentra en Hch 20.28; Flp 1.1; 1 Ti 3.2; Tit 1.7; 1 P 2.25. La Reina Valera Revisada del ‘77 traduce «supervisor» en Hch 20.28; «obispo(s)» en los demás pasajes, excepto en 1 P 2.25, donde traduce «Guardián de vuestras almas», dando siempre notas aclaratorias en la columna central.

Nota: presbuteros, anciano, es otro término que designa a la misma persona que es obispo o supervisor. Véase Hch 20.17 y v. 28. El término «anciano» indica la experiencia y entendimiento espiritual maduros de aquellos que son así descritos; el término «obispo» o «supervisor» indica el carácter de la obra emprendida. En base de la voluntad y designación divina, como sucedía en el NT, debía haber obispos en cada iglesia local (Hch 14.23; 20.17; Flp 1.1; Tit 1.5; Stg 5.14), que eran puestos bien por los apóstoles, bien por delegados específicamente instruidos para esta tarea. Cuando se usa el singular, el pasaje describe cómo debía ser un obispo (1 Ti 3.2; Tit 1.7). Cristo mismo es señalado como «Obispo de vuestras almas» (1 P 2.25).