“Dios nos ha dado autoridad. Él te transfirió la autoridad. Usted como hijo o hija de Dios tiene la autoridad del cielo sobre tu casa y sobre todo lo que está ahí. Usted no puede ceder esta autoridad. Al enemigo hay que pararsele firme, y mantenernos en la autoridad que el Señor nos ha dado, porque Él nos ha dicho: “les doy toda autoridad para pisar serpientes y escorpiones”. Serafín Contreras G.