Continuamos con el tema de cómo controlar la infidelidad compartiendo algunas estrategias bíblicas para las víctimas del adulterio, como pueden confrontar esta situación.

Si usted detecta algunas señales de infidelidad en su pareja, antes de juzgarle o criticarle, prepárese en oración y procure una reunión para que se sienten a hablar, dándose ambos la oportunidad de expresar sus sentimientos en el matrimonio. Como se han sentido, cómo ven el futuro de su relación.

El que se ha sentido afectado debe ser el primero en expresar sus sentimientos, nunca acusando ni pre-juzgando, ni mencionando nada sobre la supuesta infidelidad, sino para conocer los sentimientos de su pareja. Hablen de cómo restaurar y fortalecer la relación; de asistir a eventos para matrimonios, o leer algún libro al respecto.

Si la infidelidad se ha consumado, se debe tener mucha calma y control emocional para no dejar que los sentimientos provoquen una crisis mayor en la relación y puedan afrontar la situación con madurez.

Nunca deben hablar de los detalles de la infidelidad ya que no es constructivo y mas bien podría agravar el peso emocional. Deben hablar con calma de las posibles causas de la infidelidad, en función del futuro y no de la infidelidad en sí. Qué hábitos y costumbres se deben cambiar.



El o la ofendida, debe asumir una actitud de perdón. El perdón es al matrimonio como el oxigeno a las personas. Todos lo necesitamos. El perdón debe ser parte integral del estilo de vida de todo matrimonio. Perdonar es: Renunciar a todo derecho que tengamos o creamos tener, para reclamar o exigir una recompensa. Es pasar por alto las ofensas.

Mc 11:25-26: perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.

Efesios 4:31-32  Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia, antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.

Para perdonar se necesita de una actitud de humildad.  Sin humildad es imposible perdonar y pedir perdón. Dios nos manda a perdonar porque eso nos beneficia.



Una conversación sincera y abierta unida a la actitud perdonadora va a permitir que salgan a la luz muchos pensamientos equivocados que se habían asumido por la falta de comunicación. Y va a permitir sanar el alma y comenzar de nuevo.

Ninguna pareja se imagina al principio de la relación que en algún momento de su vida juntos puedan pasar por circunstancias así. Pero lamentablemente pasan, es una realidad. No obstante si tomamos las cosas con madurez y sabiduría podemos sacarle un provecho muy positivo a estas circunstancias por mas dolorosas que sean.

No podemos negar que vivir una circunstancia así es muy difícil, pero la clave es no concentrarse en el evento, sino en el futuro.

La reacción del que ha sido infiel debe ser de arrepentimiento para disponerse a trabajar en el matrimonio. Muchas parejas asumen una actitud agresiva y toman decisiones de las cuales luego se arrepienten, pero ya es tarde.

Si la actitud del ofensor infiel es prepotente y orgullosa entonces recomendamos buscar ayuda con un profesional cristiano o con su Pastor para que le ayude a manejar la situación para intentar una reunión conjunta y planificar una restauración.

Nuestro curso Libres para Amar esta diseñado para fortalecer y restaurar las relaciones matrimoniales de una manera sencilla y profunda a la vez.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro mas valioso que Dios te ha dado. Cuídalo!

Luis y Hannia Fernandez

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