El auto-engaño tocará probablemente la puerta de mi corazón y no debo dejarle entrar.  No  debo olvidar que el auto-engaño trabaja siempre de la mano con la idea de que Dios se hace el que no ve, como la gente a veces lo hace… necesito recordar… Dios si ve y tarde que temprano él correrá mis cortinas y me expondrá en público para que todos vean lo que había en mi corazón. Serafín Contreras G.

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.  Gálatas 6:7.