Un cabrito se rezagó en el rebaño y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía.  Se volvió hacia éste y le dijo: “Ya sé, señor lobo, que estoy condenado a ser tu almuerzo.  Pero para no morir sin honor, toca la flauta y yo bailaré por última vez”.

Y así lo hicieron, pero los perros, que no estaban lejos, oyeron el ruido y salieron a perseguir al lobo.  Viendo la mala pasada, se dijo el lobo: “Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo yo cazador, no debí meterme a flautista”.

Cuando vayas a efectuar una nueva actividad, antes ten en cuenta tus capacidades y las circunstancias, para valorar si puedes salir adelante.

Fábula de Esopo
Fuente: http://www.edyd.com/

La fábula de hoy, si bien ilustra el dilema del desenfoque en la vida—queriendo ser algo que no somos y por ende dando al traste con lo que realmente somos—de ninguna manera nos limita en abrazar nuevas etapas en la vida.

Solo Dios sabe cuáles son todas nuestras capacidades potenciales ya que algunas jamás las hemos visto en acción por falta de oportunidades hasta el momento.

Es por eso que nunca debemos permitir que nuestra “hoja de vida” nos limite de manera alguna… busquemos siempre dirección de parte de Dios al momento de considerar comenzar algo nuevo en lo que nunca nos hemos movido.  Su consejo y guía son las que realmente valen.
Adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl Irigoyen
El Pensamiento Del Capellán