“Vivimos En una cultura donde las deudas forman parte regular de vida y hemos sido enseñados directa o indirectamente a desenvolvernos en esa esfera ignorando principios vitales que nos podrían liberar de dolores y quebrantos tanto personales, como familiares, Dios nos llamó a ser libres y no a vivir como esclavos financieros”. Serafín Contreras G.