¿Quién toma tus decisiones?

¿Cuántas veces le has dado y quitado el control de tu vida a Dios?

Le pides que él decida, pero cuando vez que no es lo que quieres, tratas de bajarlo del banquillo…

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Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu
propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal. (Prov. 3:5 – 7).

La totalidad de la confianza del hombre debe estar en Dios, el Creador soberano del universo.
Nada de la confianza del hombre debiese estar colocada en algún aspecto de la creación. De esta
manera se afirma la autoridad del Creador sobre la creación. Dios es confiable; la creación,
incluyendo al hombre, no lo es.