Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.

La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.

Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.

Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo: “Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila”.

Moraleja: Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.

Fábula de Esopo
Fuente: www.edyd.com

¿Cuántos de nosotros pudiésemos estar desperdiciando nuestros esfuerzos y aún nuestra vida misma queriendo ser lo que no somos?

Tal vez nos hallamos empecinados en agradar a algún ser querido o hacer méritos en la empresa en la que laboramos… sin embargo, la mejor contribución que podemos hacer a nuestra comunidad es precisamente “encajar” de la manera en que Dios nos hizo para hacerlo.

No pretendamos “meter” como infantes inexpertos una figura cuadrada en un molde de estrella.

Seamos fieles a nosotros mismos y veremos cómo el Señor nos puede llevar a hacer aportes significativos y duraderos a quienes nos rodean. Adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl Irigoyen

Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe.
Romanos 12:6.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. 1 Corintios 12:4-6.