Estudiando en este mes el 1er libro de Crónicas, encontramos que David con la ayuda de Dios venció los jebuseos en Jerusalén y tomo su fortaleza,  construyendo casa para si y también dispuso un lugar para el Arca de Dios.

Luego llamando a los sacerdotes jefes de las familias patriarcales de los levitas, les mandó a purificarse ellos y sus pariente tal como lo estableció Dios, para poder llevar el Arca al lugar preparado por David, recordando lo sucedido la primera vez que intentaron trasladar el Arca sin consultar a Dios y sin tomar en cuenta sus instrucciones.

Su Prioridad era Dios: no solo construyó casas para él, sino que apartó un lugar para que la presencia de Dios estuviera donde él estaba.

Se apoyó de la gente que tenia cosas en común con él: cuando iba a trasladar el Arca de Dios, no lo hizo como cuando lo intento la primera vez, en esta oportunidad fue cuidadoso en reunir a los levitas, sabiendo que ellos se purificarían por que sabían lo que realmente representa el Arca, no a un Dios pequeño como pudo pensar Uza, sino al Dios todo poderoso y que compartían con él el sueño de volver a tener el Arca en medio de ellos.

Y Aprendió de sus errores: el primer error cometido no hizo que David desistiera de trasladar el Arca de Dios, al contrario lo hizo ser mas cuidadoso, detallista y sobre todo a tomar decisiones bajo las instrucciones de Dios.

Qué lugar ocupa Dios en nuestra vida? Será que siempre anhelamos que su presencia este cerca de nosotros?, Estaremos confiando nuestros sueños a personas que se alegran y nos apoyan para lograrlos?, Será que vivimos los errores como un medio para aprender, mejorar y perseverar o como un fracaso que no nos permite avanzar?

Si Dios tiene el primer lugar en todo lo que somos, hacemos y soñamos, de seguro el nos rodeará de personas que celebren con nosotros nuestros sueños y logros y cada vez que veamos en cada error  cometido una oportunidad para crecer, ellos estarán allí para apoyarnos y seguir adelante.

Con Cariño.

Ana de Arcia