Todos los días nos levantamos pidiendo la ayuda de Dios y que nos de su sabiduría.
Conforme el día se complica, es muy común que digamos:  Ayúdame Dios!

Y cuando queremos algo ni se diga, y Dios siempre responde, nuestro problema es que lo escuchamos cuando nos gusta su respuesta, cuando nos conviene, cuando lo que nos pide no es doloroso.  Pero cuando nos dice cual es su voluntad, o no vemos lo que queremos preferimos decir que Dios no me responde.

 

¿Cuántas veces has sentido que Dios te ha abandonado, porque las cosas te salieron mal?

Dios siempre te habla y te muestra su camino, pero es necesario que lo escuchemos y lo obedezcamos.

Él sabe lo que es bueno para ti y para mi.

Este video es una manera de llegar directo a nuestra manera de pensar, de cómo queremos la ayuda de Dios, pero solo cuando nos conviene…

¿Estás dispuesto a hacer lo que te pide, aunque a veces no te guste?