El famoso Luis Pasteur estaba cierta mañana con sus manos puestas sobre su mesa de estudio, con sus dedos juntos, en forma de pantalla y su cabeza inclinada a pocos centímetros de la mesa; hasta que por fin levantó su cabeza, y separando las manos, apareció un pequeño microscopio.

Un estudiante que había estado observándole, tan quieto, durante largo rato, dijo:-Pensaba, doctor Pasteur, que estaba usted orando.

-Así es -replicó el científico levantando su microscopio estaba diciendo a Dios cosas muy lindas, aunque no tanto como las que Él estaba diciéndome a mí por medio de sus obras.

Evitemos en el día de hoy que nuestras ocupaciones y diario agitar mantengan nuestros ojos y nuestros corazones cerrados, tomemos un minuto para disfrutar y agradecer los maravillosos regalos que Dios nos da en todo momento a través de su creación.

Job 9:10
El que hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número.

Salmos 139:14
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce bien.

Apocalipsis 15:3
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.

Salmos 135:6-7
Todo lo que quiso Dios, ha hecho En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. El hace subir las nubes del cabo de la tierra; El hizo los relámpagos para la lluvia; El saca los vientos de sus tesoros.