Seducido por el placer, mi cuerpo es una pistola y mi mente un arma letal debajo de estas sábanas; estoy hambriento por más.  Ponga seguro a la puerta y denme lo que deseo ya que necesito una buena noche de sueño.  A través del tiempo nunca hemos pensado al sueño como algo chévere, de moda ó excitante.  No escuchamos cosas como: “¿Qué harás esta noche?  Ah, voy a disfrutar de un sueño profundo, semi-comatoso.  Adelante, amigo, ¡eso sí es chévere!”

El sueño puede ser un acto de balance, como el de Philippe Petit en la cuerda floja a gran altura.  Los que me conoce bien saben que amo el ciclismo y que entreno casi todos los días por muchas horas en el gimnasio de Dios (toda la civilización tiene membresía gratuita).  Beneficia todas las facetas de mi vida a lo largo del día, la enriquece, como la lotería.

La gente pregunta algunas veces: “¿Para qué entrenas?”  Mi respuesta es: “Para la vida”.  También me preguntan a menudo sobre mi nutrición y entrenamiento físico, pero raras veces sobre mi cantidad de sueño.  Pareciera obvio que dormir es beneficioso.  Aun sin comprender plenamente lo que el sueño hace por nosotros, sabemos que mantenernos sin dormir mucho tiempo nos vuelve malhumorados, irritables, nos hace sentir terrible y que al tener una buena noche de sueño nos puede hacer sentir listos para enfrentar al mundo.

Los beneficios del sueño impactan casi cada área de nuestras vidas diarias.  Sin embargo, la mayoría de la gente no se da cuenta de cuánto sueño necesitan y del porqué de su importancia.  Los científicos han hecho grandes esfuerzos para comprender a plenitud los beneficios del sueño.  En estudios de humanos y animales, han descubierto que el sueño juega un rol crítico en el sistema inmunológico, el metabolismo, la memoria, el aprendizaje y otras funciones corporales vitales.  Nuestro cuerpo administra y requiere sueño en la misma manera en que regula la necesidad de alimento, bebida y respiración.

Se ha realizado investigación a fondo sobre los efectos del sueño.  Estos estudios han mostrado de manera consistente que el sueño juega un rol vital en promover la salud física incluyendo mantener nuestro corazón saludable y disminuir la probabilidad de desarrollar diabetes.  Nos ayuda a mantener nuestro peso ideal, reduce el estrés y la aparición de desórdenes de conducta.

Esto aumenta nuestra longevidad y bienestar emocional.  También explica por qué tras una buena noche de sueño, nos sentimos mejor, pensamos de manera más clara y nuestras emociones son menos frágiles.  Sin suficiente sueño, nuestro juicio, estado anímico y habilidad para aprender y retener información son debilitadas.

También sabemos que el ejercicio tiene un impacto profundo en el sueño.  En principio, entre más le pedimos al cuerpo hacer durante el día, más sueño necesitamos para recobrarnos.  Esta es la razón por la que los atletas de aguante, en general, necesitan más sueño.  Sin embargo, ejercicio excesivo puede en realidad estropear el sueño por lo que es importante crear un balance.  El entrenamiento exitoso, particularmente para deportes de aguante, es un balance entre trabajo físico y recobro subsiguiente.  Se ha dicho que los atletas ganadores no son los que entrenan más fuerte, sino los que más efectivamente se recobran.

El entrenamiento trata del recobro.  Cada sesión de entrenamiento causa daño al cuerpo que necesita ser reparado.  En el tiempo, si el recobro es inadecuado, el cuerpo habrá de afectarse.  Los estudios respaldan el que la gente que tiene la cantidad apropiada de sueño de manera regular tiende a vivir más tiempo y de manera más saludable.  Esto subraya la importancia de hacer del sueño una alta prioridad.

De hecho, los estudios han demostrado que la gente que conduce sin haber dormido es similar a la que conduce embriagada.  Si obtenemos el descanso apropiado habría menos conflicto en el mundo y gente más feliz.  Por alguna razón en la sociedad, el sueño no tiene mucha prioridad; no es valorado.  Se le ve como un lujo y no una necesidad: ¿por qué?  Se le mira como una forma de vagancia ó debilidad.  De hecho, muchos juzgan duramente y hacen a los demás sentirse culpables por sus requerimientos de sueño.  La gente que dice: “Podremos dormir cuando estemos muertos”, necesitan abordar el bus de las pistas.

Nuestro cuerpo nos dice exactamente lo que necesita y nadie puede medir aquello por nosotros.  Algunos toman aún medicamento estimulante para mantenerlos andando durante el día, incapaces de funcionar naturalmente debido a la falta de descanso apropiado.  Cada persona es distinta, única y requiere cantidades de sueño variadas.  Escuchemos a nuestro cuerpo, no a la opinión de los demás sobre qué necesita.  Si nuestro cuerpo nos dice que necesitamos una siesta, entonces tomémosla.  No nos sintamos culpables por ello.

Podemos lograr más con una mente y cuerpo descansados que de un sistema todo desajustado debido a la falta de sueño.  No combatamos la sensación de tomar una siesta o dormir.  Seremos mucho más productivos y eficientes cuando nuestro cuerpo haya tenido la oportunidad de descansar, restaurarse y repararse a sí mismo durante nuestro tiempo de dormitar.

Oigamos la sabiduría de nuestro cuerpo; sabe lo mejor.  Contemplemos estos secretos de las aventuras de un día fructífero recordado, con claridad increíble, que trasciende la noche—en la recámara—bajo las sábanas.

Miles Patrick Yohnke

Fuente: www.AsAManThinketh.net

El pensamiento de hoy está realmente cargado de sabiduría.   Desafortunadamente, yo no he sabido valorar el sueño como algo tan estratégico en nuestra vida diaria y más bien, he sido de aquellos que, empecinados con producir al máximo, minimizamos el tiempo de descanso.  El problema es que al privarnos del sueño bien pudiésemos haber limitado nuestra efectividad en aquello a lo que pretendíamos contribuir.  Bueno, nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo (si bien las “Zs” que ya se fueron, nunca volverán… je,je,je), atrevámonos a implementar estos sabios consejos.

Adelante y que Dios les bendiga.

Raúl Irigoyen

El Pensamiento Del Capellán.