“Cuando el corazón habla y otro corazón lo escucha, el río de sanidad corre en torrentes cristalinas hasta limpiar el alma.

Fuimos hechos para compartir no para guardar y ocultar.

Fuimos hechos para sanar no para profundizar raíces del mismo infierno”.

Serafín Contreras G.

Deuteronomio 5:27  Acércate tú al Señor nuestro Dios, y escucha todo lo que él te diga. Repítenos luego todo lo que te comunique, y nosotros escucharemos y obedeceremos.”

Deuteronomio 32:39 ¡Vean ahora que yo soy único! No hay otro Dios fuera de mí. Yo doy la muerte y devuelvo la vida, causo heridas y doy sanidad. Nadie puede librarse de mi poder.