“Porque El Señor tiene contentamiento en su pueblo, Hermoseará a los humildes con su salvación” Salmo 149:4

Cuán comprensivo y especial es el amor del Señor.  No hay áreas de su pueblo que él no tome en cuenta.  No hay nada que tenga que ver con el bienestar de su pueblo, en lo cual él no se interesa.  El no solamente piensa en su pueblo y en sus hijos como un ser inmortal, sino también como un ser mortal  que necesita de su ayuda.

Aún los cabellos de su cabeza están contados y sus pasos están ordenados y enderezados por el Señor y en su pueblo él se deleita en gran manera.  La anchura de su amor es tal que cubre todas las áreas de interés de su pueblo y las aflicciones de su pueblo él se aflige y como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen.

Oh, qué corazón tan grande es el del Señor, su corazón comprende a todas las personas y comprende a todos los intereses de esas personas.  Has pensado alguna vez cuanto mide el amor de Dios?  Has pensado en como ese amor eterno te ha traído justificación, adopción, vida eterna y santificación?

Las riquezas de su bondad son insondables y nuestra mente nunca podrá comprender la inmensidad de ese eterno amor.  Le hemos dado aunque sea la mitad de nuestro corazón a un amor tan grande como el de Dios?.  Claro, el no quiere la mitad, él desea y espera que le demos todo nuestro corazón.  Ese amor tan cálido y tierno acaso estará recibiendo un amor frío de nuestra parte?.. Claro, no existe el amor frío… todo amor es cálido.  Su tierno amor habrá encontrado de nuestra parte una respuesta tierna? 

Oh , alma mía, eleva tu arpa en una canción de agradecimiento a ese amor tierno y sublime.  Descansa en ese amor y deja de andar como un corazón vagabundo sin saber donde reposar.  Como un niño se siente amado y protegido por su padre, acude oh, alma mía al Señor y recuerda que él tiene cuidado de ti.  Hoy  estoy seguro que el Señor tiene contentamiento en su pueblo y yo soy parte de ese pueblo. Hoy también tendré contentamiento en él.

Señor, que hermoso es saber que tu tienes contentamiento en mi.  Y que tu salvación me hermoseará. Grande es tu nombre.  Mi alma elevo ante ti en sumisión completa y en ese amor tan grande y sublime, tierno y misericordioso hoy quiero descansar.   Señor, quiero responderte con un amor genuino y entregado.  NO quiero dar la espalda al contentamiento que tu tienes hacía tu pueblo. Amén

Dr. Serafìn Contreras Galeano
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