Dios no abre puerta por accidente. Cuando él abre una puerta es porque ya sabe que podemos cumplir su propósito. Cuando él te abra una puerta no vaciles en entrar.  Serafín Contreras G.

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:  Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.   Apocalipsis 3: 7, 8.