“Una mente llena de dudas no se puede concentrar en la victoria.” Arthur Golden

La semana pasada les escribí acerca del gigante que tenemos dentro, y he estado meditando sobre eso, estudiando el capitulo uno de Jeremías. Particularmente me parece muy interesante la conversación que se mantiene entre Dios y el profeta. Te invito a meditarlo, recordando que si lo haces vas a recibir bendición de Dios.

Es probable que te encuentres en una situación donde te has esforzado y por más que te esfuerces no logras arrancar, en ves de ir adelante vas en retroceso, y por más que intentas la oración, el ayuno, el ir a la iglesia, el cumplir con los deberes, no ves que nada bueno suceda en tu vida. No estoy en contra de lo anterior, esas cosas son necesarias pero no es todo, el asunto no es las cosas que hagamos, es lo que somos lo que va a definir nuestra vida.

Antes de yo hacer, primeramente debo ser. Dios me ha dado todo lo que necesito para vivir, me ha dado virtudes, me ha dado talentos y dones para que yo pueda disfrutar la vida. Lo que yo piense y las creencias que yo tengo de mi, me pueden ayudar a construir o derribar mi destino.

Jeremías pensaba que no sabia hablar, el se hacia autosabotaje. ¿Se autosabotea usted? ¿Se ha dicho usted alguna vez “yo no sirvo para eso” o “yo nunca voy a lograrlo”? Muchos de nosotros vivimos autosaboteándonos, vivimos con pensamientos negativos, de fracaso y derrota, y por más que tengamos buenas intenciones de salir adelante no lo logramos ya que debemos cambiar nuestra programación y es lo que Dios hace con Jeremías, le invita a cambiar sus pensamientos, sus palabras, sus emociones y sus acciones.

El Apóstol Pablo no los muestra así: “Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí. Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo.” Romanos 7:20-23 (NVI)

¿Qué ley gobierna  tu vida? ¿Eres de lo que quieren hacer el bien y no pueden porque están cautivos? ¿Quieres hacer realmente lo que quieres?

“No es esclavo quien no ha nacido en esclavitud”. Pedro Sifontes

Para hacer realmente lo que quieres necesitas aprender a intervenir en tu lenguaje. El lenguaje es generativo, crea realidades. En el coaching decimos que cuando tenemos un lenguaje en acción, tanto el cuerpo como las emociones corresponderán al lenguaje presente. Una emoción por lo tanto tendrá una postura corporal definida y a su vez un lenguaje. De igual forma un cuerpo tendrá una emocionalidad y un lenguaje correspondiente al mismo.

Por ejemplo, en una oportunidad una persona  se encontraba deprimida por una situación familiar y queriamos intervenir en su proceso emocional, cambiando su estado de ánimo, despues de conversar un poco acerca de la situación que estaba viviendo buscamos la manera de cambiar su postura corporal, le invitamos a mirar hacia el cielo, que echara hacia atrás sus hombros y caminara de una manera erguida, al hacer esto su emocionalidad cambió y su lenguaje cambió también.¿Por que sera que nuestra tendencia es bajar la cabeza y mirar hacia abajo cuando estamos deprimidos? Busca siempre mirar hacia arriba y tu perspectiva de la vida cambiará.

Esto es lo que hace Dios con Jeremías al recordarle: “No temas…” “Te he puesto en este día…” “No te vencerán…Yo estoy contigo”. Dios intervino sobre sus emociones y su estado de ánimo. Hizo que Jeremías creciera en confianza, y a medida de su crecimiento y de su caminar los obstáculos se disolverían. Al igual que Jeremiás Dios está contigo como poderoso gigante.

Puedes ver que el éxito de Jeremías no dependía de circunstancias externas, vino de adentro, de su ser interno, lo que significa que cualquiera puede tenerlo.  El éxito en tu matrimonio, en tus negocios, en tu ministerio, en tu vida viene de adentro, no es de las cosas que hagas. Es de lo que tú eres. Tú tienes ADN y sangre de un ganador. ¿Qué necesitas para descubrirlo? ¿Cómo te puedo ayudar? Hoy es el mejor día para salir a ganar.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Coach Personal
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