“Muchas veces no has entendido que hay una esperanza a la cuál Dios te ha llamado y esta esperanza está íntimamente ligada con el propósito de Dios en tu vidas.  Cuántas veces has estado dando vueltas sin propósito y todo porque los ojos de su entendimiento están entenebrecidos.  Pide que Dios abra tus ojos, Dios lo hará, como el profeta que  pidió que le abriera los ojos a su siervo.  Cuando entendáis la esperanza a la cuál Dios nos ha llamado entonces tu vida adquirirá sentido, rumbo y propósito”. Serafín Contreras G.
Efesios 1:18.