Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque el Señor saldrá delante de ti a herir el campamento de los filisteos. 2 Samuel 5:24.

Hay indicios de que el Señor se mueve, los cuales deben ponernos a nosotros en movimiento. El Espíritu de Dios sopla donde quiere y oímos su sonido. Entonces es cuando más activos debemos mostrarnos. Aprovechemos tan preciosa oportunidad y saquemos de ella el mejor partido posible. Nuestro deber es pelear en todo momento contra los filisteos; más cuando el Señor va delante de nosotros, deberíamos mostrarnos más valientes todavía.

La brisa sacudió las copas de los árboles, y David y los suyos tomaron esto por señal de ataque, y mientras avanzaban, el Señor hirió a los filisteos. ¡Quiera nuestro Dios brindarnos una ocasión de hablar de Él a quienes nos rodean! Sepamos sacar provecho de las ocasiones que se nos presentan. Quién sabe si no será este día de buenas nuevas, tiempo de ganar almas. 

Tengamos atentos nuestros oídos para oír el ruido del viento, y pronto nuestros entendimientos para obedecer a esta señal. «Porque el Señor saldrá delante de ti». ¿No es esta promesa estímulo suficiente para que nos armemos de valor? Si el Señor va delante, no nos quedemos nosotros rezagados.

Hoy es el momento de moverme. Y para moverme con seguridad necesito estar atento al mover de Dios.

Gracias Dios, Eres el único Dios que está en constante movimiento por su pueblo. Quiero este día moverme de acuerdo a tu movimiento. Amén.

Charles Spurgeon.
Libro de Cheques del Banco De La Fe.