Señor, a veces siento que las fuerzas no me alcanzan y aunque me he sentido en angustia y sin esperanza, yo sé que  estás conmigo. Sé que sin ti No puedo, pero que contigo soy más que Vencedor. Gracias por no dejarme desmayar, y llevarme en tus brazos…

Por qué te encierras en ti mismo,
cautivando tus sentidos,
oprimes tu corazón;
y por qué lloras como un niño,
maltratado y sin cariño
por alguna decepción.

Crees que todo ya no tiene
solución ni remedio,
que la carga te doblega
y ya no puedes seguir,
mas yo te digo, no desmayes,
Jesús te quiere dar
la clave para continuar.

Ya no tienes que llorar
pues el Señor Jesús
en la angustia y el dolor
ahí estará.
No desmayes porque
solo tú no estás
y en tu caminar
en sus brazos
mi Señor te llevará.

Tu corazón se debilita,
ya no sientes que palpita
como antes, ya lo ves;
y sientes que todo ha terminado,
mas yo te digo, no hermano,
es tiempo de comenzar.

Él ha prometido hasta el fin
estar contigo, mi amigo;
y en el sufrimiento darte
de su aliento y su paz,
mas yo te digo no desmayes,
Jesús te quiere dar
la clave para continuar.