¡Preocuparse!
¿Preocuparse?
¿Qué saca uno con la
preocupación?
Si eso nunca evita ningún problema ni aflicción.
Produce indigestión, y de noche horas de desgracia.
Por radiantes que sean los días pones cara de circunstancias.
Hablas en tono acerbo y te vistes de pesimismo.
No puedes vivir con nadie, ni siquiera contigo mismo.

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