Si pudiera empezar de nuevo con mi hijo…
Primero construiría su autoestima; después, nuestra casa
Usaría más el dedo para pintar con el que para acusarlo…
Sería menos inflexible y más accesible.

Apartaría los ojos del reloj y los pondría más en él.

Haríamos más caminatas y, por supuesto, más fogatas.

Dejaría de hacerme la seria y me tomaría en serio el juego.

Correríamos más por el campo y miraríamos más las estrellas.

Le daría más abrazos y nunca un rechazo.

Si haces a tus hijos felices hoy, serán felices  en veinte años con la memoria de ello.