Dios no nos pide que nos preparemos a recibir el castigo por los fracasos del día. Él tan solo nos da la bienvenida a su sanadora presencia, como hijos redimidos por la sangre de su propio Hijo. Es allí, donde Él nos asegura que comprende nuestros dolores, fracasos y nos concede el milagro de milagros: continúa AMANDONOS!

Lucas 15:24

Porque este mi hijo muerto era y ha revivido;

se había perdido y es hallado.

Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 6:51
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.

Juan 13:34
Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.

Romanos 5:8
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

1 Juan 3:1
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El.

1 Juan 4:9
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de El.

1 Juan 4:19
Nosotros amamos, porque El nos amó primero.

1 Juan 5:11
Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo.