Cuidado con lo que dice. Las palabras son como la pasta dentífrica. Una vez que uno la saca del tubo no puede volverla a colocar adentro.

Proverbios 21:23

El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.

Santiago 3:2
Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

Salmos 141:3
SEÑOR, pon guarda a mi boca; vigila la puerta de mis labios.

Proverbios 12:13
En la transgresión de sus labios se enreda el malvado, pero el justo escapará del apuro.

Proverbios 13:3
El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina.

Proverbios 18:21
Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.