Cómo empiezan las guerras

Un niño preguntó a su papá: -Papá, ¿cómo empiezan las guerras?

El padre, por no decir que no lo sabía, contestó:

-Bueno, pues… verás. Tomemos como ejemplo la Primera Guerra Mundial. Todo empezó porque Alemania invadió Bélgica.

Aquí le interrumpió su esposa:

-Di la verdad. Empezó porque alguien mató a un príncipe.

El padre, con aire de superioridad, gritó:

-Bueno, aquí, ¿quién contesta la pregunta, tú o yo?

La esposa se lo quedó mirando y con aires de reina ofendida, salió dando un portazo que hizo temblar los cristales de toda la casa. Siguió un silencio embarazoso, después de lo cual el padre reanudó el relato. Pero el muchacho le cortó, diciendo:

-No te molestes, papá; ahora ya sé cómo empiezan las guerras.

“Sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdonó …”.