“Pues, aunque tuvieran diez mil maestros que les enseñaran acerca de Cristo, tienen sólo un padre espiritual. Pues me convertí en su padre en Cristo Jesús cuando les prediqué la Buena Noticia. Así que les ruego que me imiten.”

1 Corintios 4.15-16

 

La relación de Pablo con la iglesia de Corinto era como la de un padre espiritual. Desde esta perspectiva el escribió el versículo mencionado. Tomemos un segundo para enfocarnos en como debe ser el papel de un padre.

Aunque el papel de nuestras madres y padres coinciden en muchas áreas, hay unos pocos valores que solo nuestros padres pueden darnos. Es el papel de nuestro papá, a través del amor, el disciplinarnos y mentorearnos, el de liberar nuestra identidad. En las culturas primitivas, este es llamado el rito de iniciación. Es el don natural del padre el ayudar a su hijo, especialmente durante la pubertad, el identificar los talentos especiales y dones de su hijo (a). Los padres, por naturaleza nos animan a que tomemos riesgos, mientras que las madres son mas protectoras. Es al tomar riesgos que descubrimos nuestra identidad y potencial. Es el rol de él, no solo el sacar a relucir esos atributos en nosotros pero también animarnos y ser nuestro mentor en el desarrollo de los mismos.

Todos nos podemos identificar con lo importante que es el obtener la aprobación de nuestro padre. Entonces, si creciste sin un padre, o con un padre disfuncional, desinteresado, perfeccionista o emocionalmente ausente, es muy probable que sufras de incertidumbre sobre quien eres. Puede que experimentes confusión sobre tu valor y tu autenticidad. En los Estados Unidos, el porcentaje de niños que está creciendo en un lugar que no es en el hogar con sus padres naturales, se ha elevado. La mayoría de las veces es con madres solteras. Sin importar qué tan buena sea la madre, ella nunca podrá reemplazar por completo el papel del padre. Mucha gente que no ha tenido un padre que los libere hacia su identidad, han pasado su vida buscando por si mismos, en todos los lugares equivocados. El problema es que si no sabes quien eres, terminarás siendo “alguien más”.

Para aquellos que no tuvieron o tienen una experiencia positiva con su padre, el ver a Dios en un papel de un padre amoroso puede ser una tarea difícil, confusa y puede tomar toda una vida el separar esas dos figuras paternas. Agregándole a esto el numero de personas que crecen en hogares rotos con su padre presente y al mismo tiempo con un padrastro, encontramos que mucha gente, incluyéndome a mi, que tiene una figura de padre muy esquizofrénica. En vez de ayudarte a conseguir tu identidad, te la roban. Se convierte en un tipo de identidad robada en la cual eres dejado sin nada mas que confusión sobre quién eres.

Qué significa todo esto? Nuestra identidad nace y es formada en nuestra relación con nuestro padre. Comienza con nuestro padre biológico y otras figuras paternas, pero es completada en nuestra relación con nuestro padre celestial.

Tal vez nunca has tenido a alguien saludable que te dijese, “imítame.” Tal vez aun no sabes quien eres, por qué eres único, qué tan especiales son los talentos y dones que tienes. Tal vez has pasado tu vida buscando quien eres en los lugares equivocados.

Hoy, busca tu identidad en Dios. El te diría hoy, “Hazlo. Toma el riesgo y encuentra tu potencial. Toma el riesgo y descubre quien realmente eres. Estoy orgulloso de tu y estaré aquí para agarrarte si caes.”

 

Robert & Rebecca Vander Meer

La Arboleda.net & Ezekielsgrove.com