David Robinson, de siete pies y una pulgada, es el centro de los Spurs. En sus primeros diez años en la NBA, Robinson había ganado prácticamente todos los premios como jugador de básquetbol profesional.

En 1990 fue elegido el novato del año; en 1991, el mejor rebotador; en 1992, el mejor defensa; en 1992, el mejor bloqueador; en 1994, el mejor anotador y en 1995, el jugador más valioso.

En ocho ocasiones ha sido convocado para integrar el equipo de las estrellas de los Estados Unidos. Su juego, extraordinariamente consistente, lo ha puesto en lo alto del escalón de estadísticas en varias categorías de la NBA, incluyendo anotaciones por juego.

Ha sido designado entre los cincuenta mejores jugadores en la historia de la NBA.

No obstante todos estos atributos personales, Robinson nunca había ganado un campeonato de la NBA hasta la temporada de 1999. ¿Cómo lo logró? Dejando su puesto de jugador ofensivo a Tim Duncan, quien fue el héroe.

Durante los juegos finales de la temporada 1999, Avery Johnson, compañero de equipo, dijo:

«David Robinson es lo máximo en jugador con mentalidad de equipo, es el ganador nato. Él puso su ego a un lado y se transformó en un jugador totalmente diferente para bien del equipo. Pudo haber hecho veinticinco puntos, pero ¿estaríamos donde estamos ahora? No».

En 1999, Robinson hizo el peor promedio de puntos en toda su carrera. Su perspectiva era la siguiente:

«Observé a mi equipo y me di cuenta que necesitaba que yo fuera más defensivo y mejor rebotador. Para ser un equipo completo, no teníamos ambos que ser anotadores. Yo pude hacerlo en algunos partidos, pero el equipo es también el de Tim. Y eso está bien conmigo».

El resultado de la capacidad de modestia de Robinson al poner al equipo por encima de él fue un éxito para todo el conjunto.

Si usted quiere triunfar y sobreponerse a los fracasos, tiene que dejar de preocuparse tanto por usted.

Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 123

Trabajar en Equipo es importante en el diario existir, porque eso mata al enemigo del éxito.. El Egoísmo.

El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios le respondió Abraham.Y siguieron caminando juntos. Genésis 22:8.

Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Salmo 133:1.