Señor, en la quietud de la mañana te veo a ti,
te paseas con orgullo por tu creación.

Las montañas se rinden a tus pies
y son alfombra de verde frescura.

Los árboles proclaman tu cuidado
y los insectos no paran de alabarte.

Sobre toda esa belleza
resplandece tu sol de gracia
ilumina, vivifica y colorea
tu creación.

Oh Señor, Bendito seas.

Mery Bracho