No era su momento de morir…
Kevin despertó y no podía mover su cuerpo, fue al hospital y los doctores le dijeron que tenía cáncer cerebral y que sólo le quedaban 9 meses de vida. Su desgracia no terminó ahí. Poco tiempo después sufrió de una grave hemorragia cerebral y el pronóstico fue verdaderamente desesperanzador: le quedaban algo más de 20 horas de vida. Sin embargo, el joven tenía una increíble voluntad para seguir luchando, éstas se acrecentaron aún más cuando un hombre lo visitó para darle fuerzas:
Josué 1:9
9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
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