Estaba empacando mis cosas para mudarme de Buenos Aires a Panamá  y en ese proceso extravié un arete de oro que tenía un valor moral muy especial. Había sido un regalo de una amiga amada. Lo busqué con mucha diligencia, pero fue en vano y me sentí triste por esa pérdida.

Después de 4 meses, en un tiempo de limpieza en Panamá, para mi mayor sorpresa y alegría, lo encontré.  Tuve que llorar y agradecer a Dios por ese momento de encontrar lo perdido.

La Biblia nos narra la historia de una mujer que perdió una moneda.  Lucas 15:8-10.  ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?

Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.

¿Cuánto Vales?

Es una pregunta que deberías responder a la luz de lo que Dios dice de ti:

Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:10.

Jesucristo pagó un gran precio por tu vida.  Vales Su Sangre preciosa derramada en la cruz. Te busca y te llama constantemente para que disfrutes la vida que El te ofrece.

Y así como me sentí feliz por encontrar mi arete y la mujer por encontrar la moneda, así El Señor se siente regocijado por encontrarte, pues para El vales mucho.

Lucas 15:7. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Acepta y disfruta el valor que Dios te da.

Su hermana y amiga,

Alva Vargas de Contreras.