“El enojo no es malo en sí porque el enojo es una emoción y las emociones son un regalo de Dios a la humanidad.

Jesús se enojó cuando encontró que los religiosos comerciantes de ese tiempo habían convertido la casa de Dios en una cueva de ladrones.

El problema no es el enojo, sino el enojo sin resolver”.

Serafín Contreras G.

2 Samuel 12:5  Tan grande fue el enojo de David contra aquel hombre, que le respondió a Natán: —¡Tan cierto como que el Señor vive, que quien hizo esto merece la muerte!

Juan 2:13-17  Estaba cerca la Pascua de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Encontró en el Templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas que estaban allí sentados e hizo un azote de cuerdas y echó fuera del Templo a todos, con las ovejas y los bueyes; también desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas;  y dijo a los que vendían palomas: —Quitad esto de aquí, y no convirtáis la casa de mi Padre en casa de mercado. Entonces recordaron sus discípulos que está escrito: «El celo de tu casa me consumirá.»