“Dios tiene sus tiempos y sus tiempos nunca se equivocan:
Los tiempos de Dios son precisos. No fallan. Cuando algo muere es porque hay otro algo que comenzará a vivir.  Él es el principio y el Fin. En Él todo comienza y todo acaba. No te aferres a nada, menos a lo que muere. Lo que hoy te hace llorar, mañana te hará reír. Cuando el tiempo se cumpla lo verás. El reloj de Dios tiene su tiempo ajustado y siempre da la hora exacta aunque casi nunca coincide con mi reloj”.

Serafín Contreras G.