“Señor, Gracias porque me enseñas a liberarme de mis propias esclavitudes y de mis propios itinerarios para acoplarme a los tuyos.  No quiero gastar tiempo en mis propios propósitos, sino caminar en tus propósitos que son más grandes y especiales.  Yo debo hacer mis planes para hoy, pero no olvidando que realmente eres tú quien tiene la última palabra”.
Serafín Contreras G.

Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;
Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Salmos 18:32,33.