“Jesús no creó una iglesia  para espectadores sino para activadores y liberadores de su poder. Hay mucho hoy en la iglesia que se puede clasificar como “eventos para espectadores”. Necesitamos volver a la Iglesia de Hechos donde cada creyente es en potencia un ministro del poder transformador y trastornador del sistema del mundo”.

Serafín Contreras G.