“Algunas veces yo he arruinado cosas por forzar mi propia porción.  Sin embargo, el Señor ha sido paciente conmigo.  Si yo insisto en darle forma a mi propia porción por mi fuerte egoísmo, Dios no compite conmigo.  Él me deja tomar mi propio camino hasta que yo aprenda la lección más amarga.  La porción del Señor a veces puede ser amarga pero en ultima instancia me guía a la más grande dulzura”. Serafín Contreras G.