La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. Juan 14:27.
La paz verdadera no viene por la ausencia de problemas, sino por la presencia de Dios.
La intranquilidad y el vacío que puedas tener en tu alma, puede ser llenado, solo con la presencia de Dios dentro de tu interior.
Nuestro cerebro es una maquinaria tan poderosa que alberga miles de experiencias buenas y malas, y dependiendo de nuestra actitud, y la manera en que dejamos que nuestros pensamientos trabajen, tendremos tranquilidad o angustia.
La Biblia nos enseña que Dios guardará en completa quietud a aquel cuyo pensamiento en El persevera, porque en El ha confiado. Isaías 26:3.
Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz; y la prosperidad vendrá a ti.
Job 22;21
En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque sólo tú, oh Dios, me haces vivir confiado. Salmos 4:4.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela. Salmos 34:14.
Escucharé lo que hablará Dios, porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura. Salmos 85:8.
Los que aman la ley de Dios, estarán tranquilos, y no hay para ellos tropiezo. Salmos 119:165.
Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. 2 Pedro 1:2
Dios te bendiga,
Tu hermana y amiga,
Alva Vargas de Contreras.
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