Me canse de cargar maletas y las solté y ahora….

Descanso de la carga de un dios inferior. ¿Por qué? Porque yo he encontrado al Señor.

Descanso de hacer las cosas a mi manera. ¿Por qué? Porque Él es mi pastor.

Descanso de los deseos interminables. ¿Por qué? Porque nada me faltará.

Descanso de la fatiga. ¿Por qué? Porque Él me hace descansar.

Descanso de la preocupación. ¿Por qué? Porque Él me guía.

Descanso de la desesperanza. ¿Por qué? Porque Él confortará mi alma.

Descanso de la culpa. ¿Por qué? Porque Él me guía por sendas de justicia.

Descanso de la arrogancia. ¿Por qué? Por amor de su nombre.

Descanso del temor a la muerte. ¿Por qué? Porque Él estará conmigo

Descanso de la sombra de la aflicción. ¿Por qué? Porque Él me guía.

Descanso del temor. ¿Por qué? Porque su presencia me conforta.

Descanso de la soledad. ¿Por qué? Porque Él está conmigo.

Descanso de la vergüenza ¿Por qué? Porque Él ha preparado mesa para mí en presencia de mis angustiadores.

Descanso de las desilusiones ¿Por qué? Porque Él me unge.

Descanso de la envidia. ¿Por qué? Porque mi copa rebosa.

Descanso de las dudas. ¿Por qué? Porque Él me sigue.

Descanso de la nostalgia ¿Por qué? Porque moraré en la casa del Señor por siempre.

Y mañana, cuando por hábito tome su equipaje, déjelo en el suelo nuevamente. Vuelva a dejarlo una y otra vez, hasta ese dulce día en que ya no lo levantará.

Lucado, M. (2001). Aligere su equipaje: Caribe-Betania Editores.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Salmo 23:1-3