Bajo la sombra estaré de tus alas por siempre,
ya no tengo nada que temer porque Tú me sostendrás, y
el abrigo de tu amor siempre me cubrirá.
¡Tu me cuidarás!

Salmo 91:4

Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.

Salmos 36:7
¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas.

Salmos 17:8
Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas.

Salmos 18:30
En cuanto a Dios, su camino es perfecto; acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen.

Salmos 40:11
Tú, oh SEÑOR, no retengas tu compasión de mí; tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente,