No me quería levantar, ¿me quería quedar ahí…? Sin tener que preocuparme por nada; pero entonces recordé que no debía hacerlo…

Porque existen millones de personas, que darían cualquier cosa por estar en mi lugar…

Levantarse y tener a dónde ir, sin estar vagando…
teniendo algo qué comer, teniendo con qué vestir…

 

Hoy Señor…
Agradezco por la noche maravillosa,

Por tus ángeles que velaron mis sueños…

Por la cobija que me calienta,

por mi alimento, por un día más de trabajo,

y principalmente… por un día más de VIDA.

Bendice Señor,

a mi familia,
a mis amigos y a mis amigas,
a mis compañeras y compañeros de trabajo,
y sobretodo…
a mis enemigos y enemigas,
porque también necesitan de TI.