“Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.” Colosenses 2:14,15.

Muchas veces me he sentido sin fuerzas, acorralado, destruido y desalentado. Es como si las huestes del mismo infierno se hubiesen lanzado contra mi. En momentos como esos necesito recordar las conquistas alcanzadas para mi en la cruz del Calvario por mi amado Jesús.

Pablo escribiéndole a los Colosenses enumera algunas cosas:
Cristo primero Anuló  el acta de los decretos que había contra mi. El enemigo de mi alma, tenía ya preparado un expediente en mi contra, Jesús en el Calvario anuló esa acta muriendo por la cuenta que yo tenía pendiente. La canceló. La Pagó y el acreedor de mi alma quedó sin derecho para reclamar algo más de mi. Gracias Jesús por pagar mi deuda.

Pablo dice que no solo la anuló sino que la quitó de en medio.  Era como una pared. Ese expediente era un impedimento para ver cara a cara a Dios. Y El Señor Jesús la quitó. Dejó de ser un obstáculo.

En tercer Lugar dice el Apóstol Pablo que la clavó en la Cruz. Su mismo cuerpo clavado se hizo uno con mi expediente y ya el enemigo de mi alma no la podía volver a reclamar. Quedó fija, Clavada, se hizo una sola cosa con el cuerpo de Cristo y con la cruz.

En Cuarto lugar dice Pablo que “despojó” los principados y autoridades de las tinieblas. La idea acá al hablar de “despojo” es quitar las vestiduras y dejar desnudos. Los enemigos de mi alma quedaron al desnudo, avergonzados, sin ropaje alguno por la obra en la Cruz. Ellos quisieron avergonzarme a mi y quedaron avergonzados. Eso es muy grande para mi.

En Quinto lugar dice que los “ Exhibió” públicamente. Acá la figura es la misma que se usaba para describir a los soldados que regresaban de guerra y mostraba a la entrada de la ciudad los trofeos, las riquezas, los tesoros y los cautivos que ellos traían luego de la guerra. Si, Jesús en el calvario no solo desnudo las potestades sino que las exhibió públicamente como un trofeo de su conquista en la Cruz.

Finalmente Pablo dice que “triunfando” sobre ellos en la cruz. Acá la figura es de un triunfador. Cuando un triunfador llega a la meta y a la conquista, hay ovación, gritos de alegría. Imagínese un Estado Olímpico lleno victoreando al triunfador de una carrera olímpica, esa es la figura. No hubo silencio en el cielo. En el cielo hubo una gran algarabía de alegría y en el interno un silencio sepulcral.  El Triunfador lo había logrado.

Hoy por lo tanto me apropio de estas conquistas y le hablaré con autoridad al Enemigo de mi alma, que ya él no tiene parte en mi vida.

Señor, Gracias por la gran conquista lograda por mí en el Calvario.  Me puedo levantar de mis posiciones de derrota y angustia y pararme en el terreno frente al calvario para adorarte con toda mi alma y agradecer que el acta en mi contra fue anulada, cancelada, quitada y clavada. En el Nombre de Jesús te doy gracias. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
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