“Amamos las promesas porque ellas nos dan ánimo en medio de la adversidad, dolor o quebranto o simplemente cuando ya nos sentimos como estancados.

Las promesas divinas son un cheque en blanco firmado por Dios”.

Serafín Contreras G.

2 Pedro 1:4  Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

2 Corintios 1:20 Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios.

1 Reyes 8:56 «¡Bendito sea el Señor, que conforme a sus promesas ha dado descanso a su pueblo Israel! No ha dejado de cumplir ni una sola de las gratas promesas que hizo por medio de su siervo Moisés.