La visión del amor perfecto que busca la perfección de un objeto, no se acorta débilmente por el sufrimiento presente y pasajero.  El amor de nuestro Padre es demasiado verdadero para debilitarse.  Porque él ama a sus hijos,  les permite a veces pasar por el capullo estrecho de las dificultades para que así participen de su santidad. Serafín Contrers G.

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero  éste para lo que  nos es provechoso, para que participemos de su santidad.  Hebreos 12:9,10.