Hay un libro llamado MEGATENDENCIAS 2010  cuya co-autora Patricia Aburdene  nos dice: “vivimos en una época de gran incertidumbre. “la constante amenaza del terrorismo, dos guerras recientes, desempleo, planes de jubilación fracturados y ahorros perdidos” nos generan una inseguridad externa, en el medio social en que vivimos, razón por la cual “nos vemos forzados a buscar dentro de nuestra propia alma y corazón nuevas respuestas y nuevas directivas… tal es la razón por la cual el poder de lo espiritual es probablemente la mayor megatendencia de nuestra era.”

Desconozco si esta persona es cristiana o no pero es bien acertada en sus escritos. Para nadie es un secreto, lo que acontece en nuestro mundo hoy en día, vivimos una de las épocas mas inciertas donde lo único seguro es el cambio y por supuesto la Palabra de Dios.

Es probable que tú estés atravesando cambios en tus relaciones, estés en medio de un divorcio, estés desempleado, o estés atravesando una crisis financiera. Tus expectativas están por el piso, has perdido las ganas de bailar por un sueño. Has pensado:
” Dios se olvidó de mi.”
“no puedo…”  Estoy muy viejo
“no hay nada que hacer…” Esto se lo llevo quien lo trajo
“no hay en quien confiar…”
“no me animo…”
“no tengo…”

Tengo buenas noticias para ti, escucha lo que dice la Biblia en Lenguaje Sencillo:

“Tú cambiaste mi tristeza y la convertiste en baile. Me quitaste la ropa de luto y me pusiste ropa de fiesta,” (Salmo 30:11)

La tristeza es una de las caras que mas abundan en esta época, muchas personas viven en temor, desánimo, desesperación, angustia, entre otras.

Viven con  temor al futuro, no quieren emprender negocios, no quieren comprometerse en una relación, tienen miedo a que las cosas salgan mal otra vez… Están con ropa de luto completamente paralizados sin llegar a ver la luz al final del túnel, ven las crisis como problemas y no como oportunidades que la vida les brinda. Cuenta un relato árabe:

Un hombre encontró en un baúl, un retazo de una preciosa tela que pertenecía a sus antepasados. Aquel baúl siempre había estado en el desván pero nuestro hombre no tuvo curiosidad por ver lo que contenía hasta el día en que decidió cambiarse de casa y tuvo que efectuar los embalajes para la mudanza. Como entre los de su familia era costumbre llevar turbante quiso hacerse uno con aquel tejido, pero por más que lo intentó no lo logró. Los frustrados intentos le dejaron muy pensativo y preocupado: O su cabeza era demasiado grande o sus predecesores tenían “poca cabeza”. Sin darle más vueltas al asunto decidió sacarle partido a aquella herencia y llevó el retal al mercado para venderlo en la habitual subasta de los sábados.

Una vez comenzada la subasta nuestro hombre comenzó a ver, con creciente malestar, como el subastador encomiaba la tela y las ofertas iban subiendo más y más. Consideraba que estaban sobrevalorando el tejido, y no quería engañar a sus vecinos. Su desasosiego llegó al límite cuando se dio cuenta que la persona que hasta entonces había hecho la oferta más alta, era un erudito profesor, muy valorado por sus aportaciones intelectuales en la comunidad. ¡Seguro que un hombre poseedor de tanto conocimiento debe de tener una cabeza más grande que la mía, así que tampoco podrá hacerse un turbante con el trozo de tela de mis antepasados! No puedo tolerar este engaño, pensó. Así que se acercó furtivamente al profesor y le murmuró al oído: ¡No vale la pena comprar esa tela, es demasiado corta para un turbante!

El profesor al escucharle volvió hacia él su rostro y con mirada de asombro le respondió: ¿En “qué cabeza cabe” que quiera hacerme un turbante con esa reliquia? Voy a enmarcar ese valioso tapiz y colocarlo en un lugar destacado de mi estudio para tener siempre presente la leyenda que lleva bordada: Todo tiene su valor pero hay que saberlo reconocer.

Quizás tú puedas ser como ese hombre que no supo reconocer el valor del tapiz. Muchas veces no reconocemos nuestros talentos, recursos y nuestras posibilidades. Somos muy hábiles para limitarnos a nosotros mismos,  llegamos a contarnos cuentos que paralizan nuestras acciones. No nos damos cuenta de todo el potencial con el cual Dios nos ha creado, desconocemos todo el poder que opera en nosotros y votamos nuestra herencia con cada uno de los pensamientos negativos que llegan a nuestra mente.

“No escondas tus talentos, fueron creados para ser usados. ¿Para qué serviría poner un reloj de sol en la sombra?” Benjamín Franklin

Hoy es el mejor día para comenzar a ser la persona que Dios quiere que usted sea. No podemos evitar las cosas que ya pasaron ni sus consecuencias, pero no tenemos por qué renunciar a nuestros sueños ni resignarnos como si no hubiera nada que hacer o como si estuviera todo perdido. Deja de esconderte y sal a bailar,  es tiempo de adaptarnos al cambio, tiempo de anticipar al futuro y marcar nuestro destino. El destino es una elección personal, es el lugar donde tú quieres estar con la bendición de Dios.

Sal a Bailar por tus sueños, Tú puedes intentarlo de nuevo porque contigo está Tu Creador.  No te des por vencido porque contigo está El Señor.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes
Conferencista y Entrenador de Liderazgo y Coaching. Fundador y Director del Centro de Liderazgo Creativo. Pastor del Centro Familiar Internacional Las Buenas Nuevas, Panamá.

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