“¿Qué es buscar su rostro?  No es lo mismo que orar?.
No, no es lo mismo. Usted y yo podemos orar sin buscar el rostro de Dios.  Buscar el rostro de Dios es un grado más de profundidad en la comunión con el Padre. Uno puede orar sin buscar su rostro. Así como usted puede hablar con alguien sin mirar su rostro. Para poder mirar el rostro de alguien uno tiene que sentirse libre de culpa. Mirar el rostro es estar dispuesto a ser confrontado. Y es ahí donde muchas veces huimos fácilmente escondiéndonos aún en la misma oración para no ser confrontados por el Dios Eterno”. Serafín Contreras G.