“Todo lo que puedas hacer o soñar, hazlo. La audacia contiene en sí misma genio, poder y magia.” Goethe

 

Todas las personas que conozco tienen sueños, unos con más optimismo que otros, otros esperando que algún día puedan realizarlos y son muy pocos los que están haciendo sus sueños posibles. Algunas preguntas comunes  que escucho sons: ¿Cómo hago que mis sueños sean realidad? ¿Cómo sé si es mi sueño? ¿Cómo sé que voy a lograrlo?

Cuando me lo preguntan todos esperan que les responda, pero eso no es lo que pasa, busco llevar la persona a ver de dónde vienen esos sueños, a ver qué es lo que tiene  y qué es lo que le hace falta para el cumplimiento del sueño.

Creo que los sueños vienen de Dios y cuando los sueños son de El debes creer que va a suceder.

¿Qué estás esperando que suceda? Es seguro que tú esperes que muchas cosas buenas sucedan en tu vida, en tu matrimonio o familia, en tu carrera o en tu trabajo, o en tu negocio.

Ahora te pregunto ¿Estás yendo a tus sueños?

No solamente debes desear tus sueños, debes moverte hacia ellos. Debes creer que tus sueños son posibles. Debes llenarte de energía y conquistarlos. Tus sueños hacen la diferencia en el mundo.

Hay una historia de un niño de siete años que se encontraba en una playa solitaria, a primera hora de la mañana. Recogía estrellas de mar que habían quedado en la playa y las devolvía al mar. De pronto, se le acercó un señor mayor y le preguntó:

-¿Qué estás haciendo?

El niño respondió:

-Estoy cogiendo las estrellas de mar que se han quedado atrapadas en la playa, y las devuelvo al mar, antes de que el sol de la mañana las queme y se mueran.

El señor mayor le dijo:

-¿Pero no ves lo enorme que es esta playa? Hay miles de estrellas de mar en la arena, y en todas las playas del mundo ¡millones! ¿No ves que lo que estás haciendo no sirve para nada?

El niño cogió otra estrella, la devolvió al mar, se paró, miró fijamente a los ojos del hombre y contestó:

-Ahora pregúntale a esta estrella de mar si lo que estoy haciendo no sirve de nada.

Desde aquel día, el hombre regresó a la playa cada mañana para ayudar al niño a salvar estrellas de mar.

De este niño podemos aprender muchas cosas, pero lo que me gusta es que él dio el paso para hacer la diferencia. El creyó que podía salvar a las estrellas de mar y salvó tantas como pudo. Ese era su sueño.

¿Estás haciendo lo que puedes o estás esperando a que las condiciones sean perfectas para moverte hacia tus sueños?

¿Qué puedes hacer hoy para alcanzar tus sueños? ¿Qué tienes en la mano?

Si ves que tus sueños parecen imposibles de lograr, y la gente te dice que no vas a conseguirlos, no te desanimes. Recuerda que David venció a Goliat con una sola piedra. El usó lo que tenía, el usó sus talentos y capacidades para vencer al gigante con la ayuda divina. Si, Dios le dio un sueño a David y él se movió a la conquista de su sueño.

También Dios te ha dado sueños a ti y quiere que los alcances. No te quedes pensando ni esperando a ver si  algún día suceda.

El Apóstol Pablo escribió “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,” (Efesios 3:20 NVI)

Hoy es un día para que elijas tu sueño y comiences a dar pequeños pasos. Ahora esos pasos debes darlo cada día. Cuando comiences a hacerlo tus sueños se harán realidad.

 

En amor y liderazgo,

 

Pedro Sifontes
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