Con mis manos puedo demostrar belleza, puedo tocar, con mis manos alzadas al cielo, mis cargas se van,  puedo señalar los defectos de otros, ayudar al necesitado, puedo tocar el corazón de Dios.

Las manos dicen mucho. Suavízalas   Mezclando  ¾ de taza de agua de rosas, ¼ de taza de glicerina, ½ cucharadita de vinagre,  y 1 cucharadita de miel.  Poner todo en un frasco, agitarlo bien antes de usarlo.  Usarlo  con frecuencia.  No exponer muchos las manos al cloro y otros detergentes fuertes.  Sería bueno usar unos guantes.   Unas manos limpias y uñas arregladas dan un mensaje.

Con mis manos, puedo dar gloria a Dios como la mujer de Proverbios 31.  Una mujer que con voluntad trabaja con sus manos.  Aplica sus manos al huso y sus manos a la rueca.  Alarga su mano al pobre y extiende sus manos al menesteroso. Podemos imponerlas sobre otros para orar y tocar con el amor de Dios.  Alzadas ante el trono de Dios, sin ira ni contienda, puedo suplicar Su Auxilio.

Dios nos dice: Pecadores: limpien las manos.  Santiago 4: 8.  Muchas veces usamos las manos para cosas indebidas.  Castigos a los hijos en forma indebida.  Tomamos lo que no es nuestro, señalamos los defectos de otros, etc.

Con mis manos en alto necesito ir a Dios con un corazón arrepentido implorando su perdón y ayuda como lo hizo una mujer que tenia flujo de sangre.

Mateo 9:20-22.

Una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto, porque se decía a sí misma: «Con sólo tocar su manto, seré salva.»
Jesús, volviéndose y mirándola, dijo:
—Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.
Y la mujer fue salva desde aquella hora.

Levanta tus manos al cielo y cree que para Dios todo es posible.  Usa tus manos para tocar a Jesús y a otros con el amor de Dios.

Dios te bendiga,

Tu hermana y amiga,

Alva Vargas de Contreras.
www.alvadecontreras.com