Mientras calle, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedales de verano. Sal. 32.3
Callar; en griego significa, un rehusar voluntario o indisposición para hablar,
De la idea de secreto, guardar silencio, disimular.
David dice, que la mano del señor se agravó sobre él, y que su alegría y su gozo se convirtieron en tristeza, en queja, en llanto, a causa de que sus huesos se habían secado, mientras había callado, es decir que no solo la tristeza le había sobrevenido, sino que también estaba enfermo.
El rey David nos ha sido un ejemplo de grandes bendiciones, cuando leemos el libro de los salmos, constantemente encontramos que era un hombre con un corazón sensible al arrepentimiento delante del Señor, aunque cometió muchos pecados, su corazón siempre estaba dispuesto a la corrección que traía el Espíritu de Dios a su vida…
David le falló al Señor de muchas maneras, pero cuando vemos la historia de su vida en la Biblia, somos impactados por la forma tan profunda en que este hombre se comunicaba con su Creador, sin embargo en el salmo 32 encontramos un momento en el que él se había callado, es decir no había confesado o declarado su pecado.
Algunos comentaristas piensan que este salmo fue escrito momentos después en el que él había sido descubierto en cuanto a su adulterio con Betsabé, a la cual el había embarazado, y según el rey para arreglar la situación, mando al esposo de esta mujer al frente de la batalla para que no regresara, pensando que todo este mal quedaría en secreto, y sobre todo sin consecuencias, para su sorpresa, el Dios que todo lo ve, envío al profeta Natan para declararle su pecado, y las consecuencias que esto traería a su vida. 2ª. Samuel 11.12, Dios le dice a David, a través del profeta; Porque tú lo hiciste en secreto; más yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol…
Cuantas veces hemos querido actuar de esta misma manera, creyendo que podemos esconder el pecado, y peor aún, escondernos de Dios.
Proverbios 15:3 Los ojos del Señor están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos. Y es que podemos lograrlo por un tiempo, tiempo que puede ser corto o quizás un poco largo, todo dependerá de el trato de Dios con cada vida.
Hebreos 4.13, dice; y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
El punto es que aunque nosotros callemos, es decir, decidamos no confesar nuestro pecado, el Padre celestial se encargara de sacarlo a luz, y entonces seremos avergonzados, y no solo eso, sino que seguramente habrá una consecuencia dolorosa, no solo para el pecador, sino para todos los que están alrededor de su vida.
Hace algunos años atrás, El Espíritu Santo me trajo una revelación a través de este salmo 32, me mostró literalmente, como cuando un hijo de Dios ha pecado, y lo que hace es esconderse, callarse, y o es más, apartarse de su misma presencia, tarde o temprano se manifestará en su vida alguna señal de enfermedad, o su mismo rostro dará la evidencia de que algo anda mal…la razón, es que cuando nosotros estamos en el mundo, no hay problema, porque nos regimos por nuestro propio corazón y no tenemos ninguna responsabilidad con nadie, más que con nosotros mismos pero en el caso de los hijos de Dios, recordemos que ya no somos dueños de nosotros mismos, sino que nos debemos a nuestro señor Jesucristo, quien es nuestro Señor, nuestro Adonaí, y nosotros sus siervos.
La verdad que una vida en pecado no puede reflejar el gozo de su salvación, ¿Por qué?, porque mientras estamos guardando secretos en su presencia, el río de su trono no puede fluir en nuestro ser, lo que traerá un resultado de sequedad espiritual, reflejando así, un desierto en nuestro diario vivir y no solo eso, sino que habremos perdido el camino, el propósito o la razón de nuestro vivir en Jesús.
Salmo.32.5 Pero te confesé sin reservas mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste.
Pero te confesé sin reservas, es decir sin ocultar absolutamente nada, tal como lo había cometido, las consecuencias vinieron, esas son inevitables, pero el Señor le perdonó. Notemos que no le reprochó, no lo señaló, no lo condenó, casi que puedo oír al Señor Jesucristo decir, bien hijo mío, eso era todo, yo te perdono, vete y no peques mas y la libertad, la salud, el gozo, la paz que sobrepasa todo entendimiento vuelve al corazón del que ha confesado, y que también se ha arrepentido de todo corazón.
Solo cuando hemos confesado, solamente cuando nos hemos apartado del pecado, el sano juicio nos será devuelto y nuestra boca será llena de gratitud y de alabanza solo para EL.
Querido amigo, querida amiga, como siempre dos opciones, o confesamos nuestros pecados delante de nuestro Señor Jesucristo, o esperamos a ser descubiertos delante de los hombres.
¡Tú decides!
Elsa de Moran
elsa_moran@yahoo.com
semillasdevidaelsalvador@yahoo.com
Muy buena reflexión acerca del salmo 32 y muy precisa, Dios se ha expresado a través de usted Elsa. Dios le dé más sabiduría para compartirla. Saludos.
Estoy pasando un tiempo de tribulación, a veces no sabemos porque no llega la bendición si le estamos sirviendo al Señor con todo nuestro amor y llegan pruebas y mas pruebas y en ves de ver cumplidos nuestros sueños y anhelos estos se van difuminando en el horizonte mientras vemos que los que pagaron el precio de guardarse, de no pecar,a esos ya los bendijo Dios.
Aunque ya me confesé yo de mi pecado, en este momento estoy en un periodo de ayuno y oración por mi iglesia para que el fruto que escuche de la palabra en la iglesia permanezca y por eliminar todo desanimo y apatía de la iglesia y también por recuperar a mi hija a quien no veo desde hace ya un año y por clamar con angustia por mi nación por que este pueblo no se pierda, por que sea eliminada toda la violencia y la maldad de mi país.
Quiero aprovechar este medio como lo hizo “yo” para confesar mi maldad ante los hombres. Se que mi pecado traerá consecuencias o que ya las estoy viviendo y ahorita que estoy en la brecha clamando por la necesidad de otros, el enemigo trae condenación a mi vida y me recuerda que mi transgreción no ha sido perdonada. Tuve relaciones con mi novia y le estaba sirviendo al señor, compartiendo de su palabra como maestro y esa lascivia me hizo caer en desorden en mi vida, ya no lo hago, decidimos alejarnos de esa practica por temor a Dios, pero la verdad es que nos cuesta mantenernos puros y santos porque hay cierta intimidad que no llega hasta sus ultimas consecuencias en pocas palabras nos estamos quemando pero yo en lo personal no he recibido palabra para casarme y la relación se esta convirtiendo en tortuosa e insoportable, ya perdí mi trabajo y también este ayuno tiene como propósito recuperar un empleo con mucha bendición económica pero de pronto vino la condenación por estar sirviendo al Señor y estar en pecado, no resistirme a el, quiero quitarme este sufrimiento, este pesar y ya no llevar esta carga, quiero que esta mujer siga compartiendo como lo hacia cuando la conocí, quiero que tengamos libertad, y que si es mi princesa que Dios destino a mi vida el Señor me muestre que es ella, quiero darle la honra a Dios con mi servicio y ya no fallarle nunca mas.
Bendiciones, yo también quiero confesarme ante los hombres porque ante dios lo hice hace tiempo y mis pecados fueron perdonados por su santa sangre , pero necesito confesarme ante los hombres aunque sea de forma anónima.
cuando era adolescente , mi lujuria era tal que incluso a mis hermanas miraba lujuriosamente y cuando podia las manoseaba .
Aunque dios me ha perdonado y soy nueva criatura , cuando recuerdo eso siento verguenza , y un dolor inimaginable con el que viviré todos los dias de mi vida. Daría mi vida en este instante a cambio de poder volver al pasado y cambiar este hecho.