“El enojo crece en hostilidad, explosividad y amargura.

Sabemos por experiencia propia, por la experiencia con la familia o con amigos que la hostilidad y el resentimiento terminan afectando nuestras emociones.

Somos seres integrales.

No podemos fraccionarnos”.

Serafín Contreras G

1 Juan 2:9-11  El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver.